Nuestros ojos deberían fijarse directamente en irregularidades en la cubierta de nuestras mangueras, si notamos hinchazones, rozaduras o grietas, esto ya es una clara señal de que deberiamos cambiar nuestra manguera. Es cierto que esto dependerá, tambien, del servicio que nos esté proporcionando la misma.
Abrasión/Rozaduras: Las diferentes aplicaciones de las mangueras pasan factura de una forma u otra pasado un tiempo, el roce puede provocar que un ensamble reviente o provoque fugas. Por esto deberían revisarse periódicamente.
Erosión y tipo de fluido: Es importante verificar que el montaje de la manguera no esté excesivamente doblado, lo cual podría afectar el flujo, y también asegurarnos de que el fluido que circula por la manguera no sea demasiado abrasivo para su revestimiento interno.
COMO MAXIMIZAR LA VIDA DE UNA MANGUERA AL MÁXIMO
Por mantenimiento, después de utilizarla durante un largo período, conviene cambiarla para evitar riesgos de mayor alcance mecánico, de esta manera, evitaremos daños más importantes en la totalidad de la maquinaria.
A la vez es necesario optar por mangueras y conexiones que nos garanticen una buena calidad, seguridad y fiabilidad.
En el ámbito de los sistemas hidráulicos y sus componentes, como las mangueras hidráulicas, el secreto para prolongar su vida útil está en una combinación de sentido común y en la apreciación del mantenimiento preventivo o predictivo. O sea, este enfoque no solo promueve un funcionamiento más eficiente, sino que también resulta más económico a largo plazo.
En Becani ponemos a tu disposición soluciones hidráulicas de la mano de Manuli Hydraulics, distribuidor prestigioso a nivel mundial tanto en mangueras hidráulicas como conexiones. Conoce al completo su catálogo aquí
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