En la fabricación de las tapas de conserva, se parte de bobina de chapa y luego se hace el conformado de la misma mediante troquelados y prensas.
En el acabado de la tapa, hay una zona central que lleva un conformado a modo de válvula. Esta válvula es la que vela por que el producto de conserva se haya sometido al vacío necesario para su conservación.
Cuando se llenan los botes y se cierran con la tapa, estos pasan a una autoclave para someterse a un calentamiento y conseguir que se produzca una esterilización el vacío en el interior de estos. Esto hace que esta válvula se retraiga hacia el interior por el efecto del vacío y que recupera su estado cuando abrimos el bote produciendo ese ruido característico de “CLIC”; si ocurre esto, el proceso de esterilización y vacío han sido correctos y el producto se puede consumir.
En la producción de estas tapas, existe un control periódico de los lotes, a fin de que el conformado de esta válvula sea el correcto y tenga un desplazamiento producido a un nivel de vacío determinado.
Hemos realizado un pupitre para el control de desplazamiento y la regulación precisa del vacío de prueba de estas tapas, para que el operario monte la tapa a medir en un bote probeta, ajuste el nivel de vacío de la prueba, haga el ensayo y apunte los resultados para la trazabilidad del lote de fabricación.